¿Estas dando prioridad a lo que verdaderamente importa? Es que a lo
largo que pasan los días, se va descubriendo que lo mejor de la vida está en
las cosas simples que nos ocurren a diario.
Vas descubriendo que la mayoría de la gente feliz no necesariamente
tiene lo mejor de cada cosa; simplemente ellos disfrutan y aprecian lo que
tienen en ese momento.
Leyendo un artículo leí lo
siguiente: “Ten la suficiente felicidad que te haga dulce, los suficientes
tropiezos que te hagan fuerte, la suficiente tristeza que te haga humano y la
suficiente esperanza que te haga feliz”.
La realidad es que todo eso es
cierto, necesitamos aprender a disfrutar de cada momento incluso de aquellos que parecen malos; lo importante es dejar de desperdiciar
el tiempo, esperando tener o alcanzar diferentes cosas en la vida. Hay momentos tan pequeñas que pueden enseñarte a ser más feliz, como el simple hecho de:
·
Reírte hasta que te duele el rostro.
·
Disfrutar un helado de chocolate.
· Levantarte y darte cuenta que todavía puedes dormir unos minutos más
antes de salir a trabajar.
·
Despertar y maravillarte con la creación de Dios.
·
Escuchar que alguien te diga lo hermosa/o o buena persona que eres.
·
Jugar con un niño y ver la expresión en su rostros de lo feliz que
esta a jugando contigo.
·
Ver una buena película con tus mejores amigos.
·
Encontrarte un día mientras caminas a tu amiga/o de infancia.
·
Que alguien te mire de esa manera tan especial.
·
Disfrutar un almuerzo en familia.
·
Hacer galletas con tus amigas.
·
Recibir una bonita sorpresa.
·
Un bebé durmiendo en tus brazos.
· Aceptar cuando alguien te da las gracias.
·
Escuchar música y cantar aunque no sepas bien la letra.
·
Simplemente sonreír sin buscar un motivo.
·
Ver que aun con tus defectos, Dios te mantiene vivo para descubrir tu
propósito en este mundo.
En fin, la vida es demasiado
corta para estarla desperdiciando y tratando de encontrar el
¿por
qué?
de las
cosas. Aprende a vivir cada momento de
la vida, olvida si tu pasado fue malo; no puedes continuar con tu vida dejando
escapar de sus mejores deleites, porque recuerda las mejores cosas de la vida
son gratis.
