Hoy en día es más común escuchar a las abuelitas contar las historias de aquellos hombres a los que llamaban "caballeros", aquellos hombres que realmente demostraban su interés por conquistar el corazón de una mujer. Hombres que eran atentos, educados, y caballerosos, que enviaban cartas de amor, mandaban flores, dedicaban canciones de amor, regalaban chocolates y peluches, preparaban una cena romántica, e incluso llevaban serenata.
Ciertamente, las reglas del juego han cambiado mucho. Hoy son muy pocos aquellos hombres que pueden considerarse “caballeros”, y no por el simple hecho de hacer esos detalles, sino por su forma de comportarse frente a una mujer. Pueden pensar que soy una anticuada, pero sigo creyendo que el cortejo y la forma de comportarse es algo esencial para conquistar el corazón de cualquier mujer.
Ciertamente, las reglas del juego han cambiado mucho. Hoy son muy pocos aquellos hombres que pueden considerarse “caballeros”, y no por el simple hecho de hacer esos detalles, sino por su forma de comportarse frente a una mujer. Pueden pensar que soy una anticuada, pero sigo creyendo que el cortejo y la forma de comportarse es algo esencial para conquistar el corazón de cualquier mujer.
¿A dónde se fueron esto hombres
que abrían la puerta de carro o de algún lugar para que entrará una mujer? ¿a
dónde se fue el gesto de ceder el lugar a una dama? ¿a dónde se fueron esos
hombres que caminaban del lado de la calle para proteger a su acompañante? ¿dónde
esta esa educación por levantarse de su silla para saludar a una mujer cuando
ésta entra? ¿a dónde se fueron esos hombres que corrían por ayudar a una mujer
a llevar una carga pesada? ¿a dónde se fueron esos caballeros que caminaban al
lado de su acompañante y no por delante de ella? ¿dónde están esos hombres que
cuidaban su vocabulario frente a una mujer?
Pareciera que se extinguieron
los hombres “caballerosos”, que hoy en día creen que ser un caballero es algo
anticuado, pasado de moda, no va con el hombre moderno. Pero la realidad es que
a nosotras las mujeres nos siguen encantando esos hombres que no han olvidado
ser “caballeros”.
Pero ¿por qué los hombres ahora nos tratan por igual, por qué ya no ven
que somos delicadas y que necesitamos a un caballero a nuestro lado? En mi
opinión creo que en gran parte es culpa de las mismas mujeres. Y no voy a meterme con las madres que los han
educado, pues merecen respeto. Pero creo que también es parte de sus amigas,
novias o compañeras. ¡Despierten, mujeres! Es parte de nuestra naturaleza ser
delicadas y débiles, así que desde el primer momento en que rechazamos la
atención de un hombre hacemos que él deje su lado caballeroso. Es cierto, que
ahora son más las mujeres independientes y sobresalientes, pero un hombre debe
ver en nosotros la necesidad de atendernos y mostrarnos su afecto, educación y
amabilidad.
Para los hombres:
Sin importar cuantas mujeres
hayan hecho que se apagará el caballero que había en ti, hoy es momento de
despertarlo. ¡A las damas nos siguen gustando los caballeros! Un verdadero caballero se
comporta igual con cualquier mujer, se distingue desde su apariencia física
(siempre bien vestidos, bien peinados, bañados y perfumados), siempre dicen
elogios, abren la puerta, ceden el lugar, le levantan la silla a su
acompañante, son atentos, cariñosos, buenos escuchas, no ven a otras mujeres
mientras tienen a otra dama en frente, son detallistas y cumplen su palabra.
Todo esto, sin importar que tengan a su lado a su madre, amiga o novia. Eso es
un caballero.
No nos gustan los hombres desaliñados,
mal vestidos, desinteresados y que a la primera respuesta de “NO” que les digamos
se den por vencidos. No encantan los hombres que luchan por nuestro amor, que
nos conquistan con palabras y gestos, esos hombres que tratan de ser una mejor
persona cada día. Y no digamos un varón de Dios, esos si son dignos de
admiración. Dejen de decir que por culpa de una mujer han dejado de ser un
caballero, pues está en ustedes seguir siéndolo.
Para las mujeres:
¡Mujeres, reaccionen! Ustedes
son las primeras que deben dar razones para que las traten como una verdadera
dama. Ustedes deben estar siempre hermosas, reflejar su delicadeza, hablar
palabras dulces, darse su lugar. Cuando un hombre quiera ser caballeroso
contigo, debes aceptarlo. Un hombre también necesita alago, ver que agradeces
lo que hace por ti, nos es obligación de ellos tratarnos bien, esto se da de
forma natural cuando demostramos que somos unas damas.
Concluyo con esto, claro que
existen caballeros pero están a punto de ser una especia en peligro de
extinción. Yo tengo amigos que todavía lo son, y a los cuales aplaudo cuando
puedo y acepto cuando quieren ser caballerosos conmigo. Todavía hay mujeres que
soñamos con llevar a nuestro lado a un caballero que nos invite a ser su dama.
Un hombre con buenos principios, buenos modales, educados, que vea en nosotros
nuestro lado independiente pero que no por ello deje de ver nuestro lado
delicado, que sea un hombre que busque cuidarnos y protegernos, un hombre que
nos haga sentir seguras en sus brazos, que nos abra o cierre la puerta del
carro, que nos de nuestro lugar, ese hombre que nos invite a tratarlo como un
caballero, que nos deje atenderlo y darle un cumplido, que sea un hombre de
verdad. Sino, porque creen que nos
encantan esas películas románticas de Hollywood.