¿De qué me sirve tener una tarjeta para acumular puntos si nunca la utilizo?
¿De qué me sirve comprar un carro deportivo si jamás lo usaré para correrlo?
¿De qué me sirve tener un perro de mascota si no lo alimento?
¿Pero lo más importante de qué me sirve tener acumulado una gran torre de sueños si nunca hago algo para alcanzarlos?
¿Es a caso algo tan difícil que no pueda hacer? Si me paso la vida soñando y no trabajo para ver el fruto de los mismos jamás lograré saber si esos sueños son alcanzables y exitosos, nunca podré ver si mis ideas han sido demasiado buenas como lo imaginaba.
No quiero ser de las personas que tengan un volante en sus manos y en lugar de ver hacia el frente me pase viendo el retrovisor para simplemente imaginar lo que pudo llegar hacer… quiero estar decidida a ver hacia el futuro y decir un día ¡He llegado a la meta y me siento más que satisfecha!
Quiero ganar el trofeo más grande del mundo, no un trofeo cualquiera. Quiero un trofeo único y especial… el trofeo de haber ganado el primer lugar en alcanzar mis sueños y el sueño que tuvo un día Dios cuando dijo “Ese será su propósito en la tierra”.
¿Estás tú dispuesto a sentarte en el vehículo de la vida y tomar el volante para ir más allá de lo que imaginas o eres de los que prefiere vivir siempre observando el retrovisor y seguir soñando con lo que pudo haber sido?
